domingo, 22 de septiembre de 2013

TRASTORNOS SEXUALES

Las disfunciones sexuales son el resultado de aquellas dificultades que entorpecen la capacidad de disfrute en las relaciones sexuales, en cualquier momento que concierne a la respuesta sexual. Ésta puede dividirse en cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución.

1. La fase de excitación comprende las sensaciones provocadas por la estimulación, física, psíquica o ambas, que aumenta la tensión sexual en todo el cuerpo y no sólo en los genitales, como habitualmente se supone.

2. La fase de meseta se conoce como aquel momento de máxima excitación que precede al orgasmo.

3. Luego si todo va bien sobreviene el orgasmo que consiste en una serie de contracciones, a razón de 1 cada 0,8 segundos y la liberación de toda la tensión acumulada junto con un intenso placer.

4. Es la última fase del ciclo de respuesta sexual, y existen diferencias entre el hombre y la mujer. La mujer luego de tener un orgasmo, puede volver a tener otro si recibe una estimulación sexual efectiva, o por lo menos, potencialmente podría tenerlo. En cambio, en el varón la fase de resolución se acompaña de un periodo refractario. Éste es el período en que el hombre necesita reponerse para volver a sentir deseo sexual y recuperar la capacidad eyaculatoria.

En esta fase de resolución, se produce la normalización del ritmo cardíaco, temperatura corporal y detumescencia de los órganos implicados en la fase de excitación, (pezones, lóbulos de las orejas, vulva, pene, etc.)
 ¿Cuándo comienzan los problemas sexuales? Pueden comenzar en cualquier momento de la vida sexual de una persona o simplemente luego de un período (largo o corto) donde las personas han podido disfrutar de su sexualidad.

Las disfunciones pueden aparecer de manera repentina o gradual, esto quiere decir que por ejemplo el hombre puede presentar erecciones deficientes o directamente falta total de erección. Las causas de las dificultades sexuales pueden ser físicas, psicológicas o ambas. Como veremos más adelante el uso de ciertos medicamentos puede ejercer un efecto secundario inhibidor de la respuesta sexual. Entre los problemas psicológicos que pueden estar afectando, se puede mencionar muy especialmente aquellos que atañen a la relación con la pareja estable o con la pareja ocasional: Desgaste, falta de confianza, cansancio, enojos, etc. O podrían depender del estado emocional del individuo, que por ejemplo esté pasando por una depresión, miedos, culpas, fobias, represiones de todo tipo como podría ser un trauma sexual previo.

 LOS FACTORES FÍSICOS QUE PUEDEN CONTRIBUIR A LAS DISFUNCIONES SEXUALES SON LOS SIGUIENTES:


• Inflamación de la próstata • Lesiones en la espalda

• Enfermedades como esclerosis múltiple, diabetes, algunos tumores y algunas enfermedades de transmisión sexual

• El alcohol, las drogas como la cocaína (entre otras), el tabaco, ciertos estimulantes, algunos medicamentos para tratar la hipertensión, antihistamínicos (para las alergias) y algunos psicofármacos (antidepresivos) • Problemas en las tiroides, trastornos endócrinos.

 • Problemas hormonales tales como bajos niveles de testosterona (hormona que interviene en la excitación), estrógenos (hormona femenina), andrógenos (hormonas masculinas) • Daño neurológico (como en lesiones de la médula espinal)

• Algunos defectos congénitos, como por ejemplo el capuchón del clítoris pegado, o un pene torcido.

TRASTORNOS POR FALTA DE DESEO

Este tipo de trastorno se caracteriza por la disminución o ausencia de deseo sexual. Éste puede tener como origen la ingesta de algún medicamento que anule los efectos de las hormonas que intervienen en el deseo sexual; como la testosterona en ambos sexos, o estrógenos en mujeres. También la edad, el cansancio, el estrés, el embarazo, depresión, ansiedad. Tanto para los hombres como para las mujeres, estas afecciones pueden manifestarse como una aversión y rechazo al contacto sexual con una pareja. En los hombres puede haber incapacidad total o parcial para lograr o mantener una erección o una falta de excitación sexual y placer en la actividad sexual. En la disfunción eréctil, los vasos sanguíneos del pene no llegan a llenarse lo suficiente como para producir una erección compatible con una penetración. En el caso de la mujer, la falta de lubricación también puede desembocar en una ausencia de deseo. 

TRASTORNOS POR FALTA DE ORGASMO

Esto ocurre cuando hombres y mujeres se excitan normalmente pero no logran alcanzar el orgasmo o éste llega en forma muy tardía. Entre las causas más frecuentes se encuentran el consumo de antidepresivos, la eyaculación retardada en el hombre y una insuficiente estimulación en la mujer.

TRASTORNOS POR DOLOR SEXUAL

Estos trastornos se conocen con el nombre de dispareunia. En la mujer encontramos el vaginismo que es la contracción involuntaria de los músculos vaginales haciendo muy dolorosa la penetración. Siempre se debe consultar al ginecólogo para encontrar las causas físicas en caso de haberlas. La mala lubricación puede ser el resultado de una excitación y estimulación insuficientes o de cambios hormonales a causa de la menopausia o la lactancia. La irritación por las cremas o espumas anticonceptivas también puede provocar resequedad, así como lo pueden hacer el miedo y la ansiedad acerca del sexo. En el hombre encontramos ciertas deformidades del pene como la llamada Peyronie consistente en un pene curvo que dificulta la penetración.