La búsqueda del placer sexual así como la sexualidad misma fue cambiando
a lo largo de la historia de la humanidad de manera que nos encontramos con
siglos y culturas que se caracterizan por una amplia y variada libertad sexual
como lo fue la cultura griega y romana de la Edad Media y épocas como las del
SXIX también llamado época victoriana donde la sexualidad fue enterrada a los
confines de los dormitorios de los matrimonios católicos y con el sólo fin de
procrear, Al punto que muchos niños
dormían con las manos atadas para evitar tocarse y la gente se bañaba vestida
para no ver su cuerpo desnudo.
Por ejemplo la homosexualidad en la Grecia medieval era la norma, o más
bien lo que aseguraba el disfrute sexual mientras que el sexo con las mujeres
era con el sólo fin de procrear y asegurarse la descendencia. La época
victoriana en cambio, castigó muy cruelmente la homosexualidad, tachándola de
enfermedad que debía ser curada inmediatamente por psiquiatras.
CONSOLADORES Y VIBRADORES
Los consoladores datan del siglo XVI, pero los primeros de su tipo (antes
del descubrimiento de Alemania) fueron creados en Grecia, entonces se les
llamaba “olisbos”, estaban hechos de madera, su forma era fálica y se utilizaba
aceite de oliva para lubricar. Se cree que su función era dilatar el ano para
luego poder ser penetrado por otro hombre, ya que como hemos visto, la
homosexualidad era en la Grecia medieval el prototipo de sexualidad para el
pleno goce del hombre.
También se le atribuyen otras razones a su origen, una de ellas, como
elemento decorativo durante las celebraciones de la fertilidad y la cosecha,
otra como instrumento de masturbación femenina, otra como complemento para los
juegos sexuales tal como se lo emplea en la actualidad.
También hay registros que lo han usado chinos, romanos, egipcios. Los
mismos eran de piedra o madera.
El dildo más antiguo data de unos 28 mil años de antigüedad, es
considerado hasta ahora el juguete sexual más viejo de la historia. Fue un
descubrimiento arqueológico ocurrido en las cuevas de Hohle Fels sitas en
Alemania en el año 2005.
En el S. XIX, año 1880 un médico inglés llamado Joseph Mortimer Granville,
crea el primer vibrador. Preocupado por curar la histeria femenina, descubre
que la misma es causada por una enfermedad llamada “fiebre uterina” que era la
consecuencia de la falta de orgasmos debida a una mala vida sexual y cuyos
síntomas eran la irritabilidad, las crisis nerviosas y síntomas que simulaban
las crisis epilépticas.
Descubre entonces
que la estimulación adecuada a la vagina de la mujer, proporcionaba un “paroxismo”,
es decir un orgasmo que aliviaba y curaba entonces la histeria o fiebre
uterina. Cabe aclarar que por esos tiempos no se hablaba de “orgasmos”, es más,
el médico desconocía en un principio a qué se debían esos espasmos femeninos,
pero había comprobado que los mismos proporcionaban la cura a los síntomas
histéricos femeninos.
En la Grecia clásica y Edad media, se recetaba a las comadronas
introducir un dedo con aceite en la vagina de la “Histérica” y agitar bien
fuerte para calmar a la paciente. Sin embargo, en la época victoriana se
realizaba la estimulación del clítoris. Esto llevó al doctor Joseph Mórtimer a
tener terribles dolores en la mano con tanta estimulación y en plena época
industrial decidió desarrollar el primer vibrador para ahorrarse el trabajo
manual.
Lo más curioso es que en
aquella época se consideraba impropio que una mujer entrara sola al consultorio
de un médico, por lo que generalmente las madres y en algunos casos los maridos
de las pacientes, se sentaban tranquilamente a un lado de la camilla mientras
el médico masturbaba a su hija o esposa.
Este aparato diseñado por
el inventor del vibrador fue modernizándose y ampliándose su uso a lo largo de
los años, obteniéndose en la actualidad toda una gama sumamente amplia de
vibradores y consoladores.
EL ORIGEN DE LAS MUÑECAS INFLABLES
La falta de compañía femenina durante las largas
jornadas de navegación, fue desde la antigüedad uno de los grandes tormentos
para los marineros. Ante dicho panorama se crearon muñecas de trapo, que con
rostros dibujados y ropa colorida ayudaban a disipar el apetito sexual de las
tripulaciones. Se las llamó “damas de viaje”.
En la tercera década del siglo XX irrumpieron muñecas
inflables. En Alemania y Japón fueron desarrolladas para el personal de las
fuerzas armadas que sostuvo batallas de la Segunda Guerra Mundial.
Ya en los años 50 las muñecas se vendían abiertamente
en suelo germano y hasta hoy el mercado no se ha detenido. El látex y la
silicona son los materiales que predominan en la fabricación. Hoy en día no sólo existen muñecas sino
también vaginas, bocas y anos por separado.
Anillos para el pene.
Se dice que antes de utilizar estos materiales, los anillos se construyeron con los párpados de los corderos y al parecer, las pestañas del animal daban una enorme sensación de placer.
Hoy existe una gran variedad de
anillos peneanos que se colocan en la base del pene, en la base del escroto o
ambos a la vez, con el fin de mantener una erección. Los usan los estríper en
sus shows, también los hombres que no alcanzan a lograr una buena erección. Vienen
de silicona, finos, gruesos, con tachas, con vibrador, etc. No deben usarse más
de media hora.
Bolitas Chinas
La historia de
este accesorio es tan antigua como el Japón feudal; las bolas chinas o
“Ben Wa” se crearon para satisfacer las necesidades sexuales del emperador
de aquella época.
El fin de las bolas chinas era
preparar a las concubinas antes de tener relaciones sexuales para no
tener que esperar que la vagina lubricada. Pero en el Japón de aquella
época no sólo las usaban las concubinas del emperador, sino también
las Geishas, por eso también se denominan ”bolas de geisha”.
Su uso es muy fácil, se colocan como
un tampón, y una vez que se han introducido a la vagina hay que acostarse
boca arriba para realizar una serie de ejercicios.
Las bolas chinas o bolas de geisha se
limpian con agua y jabón y se dejan secar al aire para que no
retengan ninguna pelusa de los trapos o toallas que se utilizan para secarlas.
Más allá de su utilidad en
el ámbito sexual, actualmente estos instrumentos se emplean
para fines médicos, así como para mejorar los procesos de lubricación y ejercicios
musculares.
Bolas chinas y la medicina
Las bolas chinas cada vez son más
utilizadas y reconocidas como método para el fortalecimiento de
la musculatura del suelo pélvico, y por tanto, como método para
prevenir los trastornos genitourinarios y corregir problemas como
la incontinencia urinaria.
Los médicos han comprobado la eficacia
de este tipo de métodos en la tonificación y algunos ginecólogos las
recetan para la recuperación postparto. También son utilizadas para
mejorar la lubricación y la sensibilidad vaginal en mujeres que
padecen anorgasmia.
Más ejercicios
Las bolas chinas se utilizan también
para realizar los conocidos ejercicios de Kegel y fortalecer los músculos
vaginales.
Como pesan un poquito y
su vagina nota un cuerpo extraño dentro, la tendencia de los músculos
es contraerse para que no se caigan, de esta manera estarás
fortaleciendo toda la zona y las contracciones intensificando el orgasmo.
Para el hombre el placer aumenta desde
el punto de vista de la presión, ya que los músculos vaginales se
contraerán con más fuerza sobre su pene en el momento del coito.