miércoles, 2 de octubre de 2013

JUGUETES SEXUALES



El origen de los "sex toys"






La búsqueda del placer sexual así como la sexualidad misma fue cambiando a lo largo de la historia de la humanidad de manera que nos encontramos con siglos y culturas que se caracterizan por una amplia y variada libertad sexual como lo fue la cultura griega y romana de la Edad Media y épocas como las del SXIX también llamado época victoriana donde la sexualidad fue enterrada a los confines de los dormitorios de los matrimonios católicos y con el sólo fin de procrear,  Al punto que muchos niños dormían con las manos atadas para evitar tocarse y la gente se bañaba vestida para no ver su cuerpo desnudo.

Por ejemplo la homosexualidad en la Grecia medieval era la norma, o más bien lo que aseguraba el disfrute sexual mientras que el sexo con las mujeres era con el sólo fin de procrear y asegurarse la descendencia. La época victoriana en cambio, castigó muy cruelmente la homosexualidad, tachándola de enfermedad que debía ser curada inmediatamente por psiquiatras.


CONSOLADORES Y VIBRADORES


Los consoladores datan del siglo XVI, pero los primeros de su tipo (antes del descubrimiento de Alemania) fueron creados en Grecia, entonces se les llamaba “olisbos”, estaban hechos de madera, su forma era fálica y se utilizaba aceite de oliva para lubricar. Se cree que su función era dilatar el ano para luego poder ser penetrado por otro hombre, ya que como hemos visto, la homosexualidad era en la Grecia medieval el prototipo de sexualidad para el pleno goce del hombre.





También se le atribuyen otras razones a su origen, una de ellas, como elemento decorativo durante las celebraciones de la fertilidad y la cosecha, otra como instrumento de masturbación femenina, otra como complemento para los juegos sexuales tal como se lo emplea en la actualidad.
También hay registros que lo han usado chinos, romanos, egipcios. Los mismos eran de piedra o madera.

El dildo más antiguo data de unos 28 mil años de antigüedad, es considerado hasta ahora el juguete sexual más viejo de la historia. Fue un descubrimiento arqueológico ocurrido en las cuevas de Hohle Fels sitas en Alemania en el año 2005.

En el S. XIX, año 1880 un médico inglés llamado Joseph Mortimer Granville, crea el primer vibrador. Preocupado por curar la histeria femenina, descubre que la misma es causada por una enfermedad llamada “fiebre uterina” que era la consecuencia de la falta de orgasmos debida a una mala vida sexual y cuyos síntomas eran la irritabilidad, las crisis nerviosas y síntomas que simulaban las crisis  epilépticas. 





Descubre entonces que la estimulación adecuada a la vagina de la mujer, proporcionaba un “paroxismo”, es decir un orgasmo que aliviaba y curaba entonces la histeria o fiebre uterina. Cabe aclarar que por esos tiempos no se hablaba de “orgasmos”, es más, el médico desconocía en un principio a qué se debían esos espasmos femeninos, pero había comprobado que los mismos proporcionaban la cura a los síntomas histéricos femeninos.
En la Grecia clásica y Edad media, se recetaba a las comadronas introducir un dedo con aceite en la vagina de la “Histérica” y agitar bien fuerte para calmar a la paciente. Sin embargo, en la época victoriana se realizaba la estimulación del clítoris. Esto llevó al doctor Joseph Mórtimer a tener terribles dolores en la mano con tanta estimulación y en plena época industrial decidió desarrollar el primer vibrador para ahorrarse el trabajo manual.

Lo más curioso es que en aquella época se consideraba impropio que una mujer entrara sola al consultorio de un médico, por lo que generalmente las madres y en algunos casos los maridos de las pacientes, se sentaban tranquilamente a un lado de la camilla mientras el médico masturbaba a su hija o esposa.
Este aparato diseñado por el inventor del vibrador fue modernizándose y ampliándose su uso a lo largo de los años, obteniéndose en la actualidad toda una gama sumamente amplia de vibradores y consoladores.





EL ORIGEN DE LAS MUÑECAS INFLABLES


La falta de compañía femenina durante las largas jornadas de navegación, fue desde la antigüedad uno de los grandes tormentos para los marineros. Ante dicho panorama se crearon muñecas de trapo, que con rostros dibujados y ropa colorida ayudaban a disipar el apetito sexual de las tripulaciones. Se las llamó “damas de viaje”.

En la tercera década del siglo XX irrumpieron muñecas inflables. En Alemania y Japón fueron desarrolladas para el personal de las fuerzas armadas que sostuvo batallas de la Segunda Guerra Mundial.

Ya en los años 50 las muñecas se vendían abiertamente en suelo germano y hasta hoy el mercado no se ha detenido. El látex y la silicona son los materiales que predominan en la fabricación. Hoy en día no sólo existen muñecas sino también vaginas, bocas y anos por separado.









Anillos para el pene.



Es una creación china que data del siglo XIII. En aquella época, fabricaron anillos de cerámica o marfil, los cuales eran introducidos en el pene con la intención de producir una erección más fuerte y duradera.
Se dice que antes de utilizar estos materiales, los anillos se construyeron con los párpados de los corderos y al parecer, las pestañas del animal daban una enorme sensación de placer.
Hoy existe una gran variedad de anillos peneanos que se colocan en la base del pene, en la base del escroto o ambos a la vez, con el fin de mantener una erección. Los usan los estríper en sus shows, también los hombres que no alcanzan a lograr una buena erección. Vienen de silicona, finos, gruesos, con tachas, con vibrador, etc. No deben usarse más de media hora.









Bolitas Chinas



La historia de este accesorio es tan antigua como el Japón feudal; las bolas chinas o “Ben Wa” se crearon para satisfacer las necesidades sexuales del emperador de aquella época.

 El fin de las bolas chinas era preparar a las concubinas antes de tener relaciones sexuales para no tener que esperar que la vagina lubricada. Pero en el Japón de aquella época no sólo las usaban las concubinas del emperador, sino también las Geishas, por eso también se denominan ”bolas de geisha”.

Su uso es muy fácil, se colocan como un tampón, y una vez que se han introducido a la vagina hay que acostarse boca arriba para realizar una serie de ejercicios.

Las bolas chinas o bolas de geisha se limpian con agua y jabón y se dejan secar al aire para que no retengan ninguna pelusa de los trapos o toallas que se utilizan para secarlas.

Más allá de su utilidad en el ámbito sexual, actualmente estos instrumentos se emplean para fines médicos, así como para mejorar los procesos de lubricación y ejercicios musculares.

Bolas chinas y la medicina

Las bolas chinas cada vez son más utilizadas y reconocidas como método para el fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico, y por tanto, como método para prevenir los trastornos genitourinarios y corregir problemas como la incontinencia urinaria.

Los médicos han comprobado la eficacia de este tipo de métodos en la tonificación y algunos ginecólogos las recetan para la recuperación postparto. También son utilizadas para mejorar la lubricación y la sensibilidad vaginal en mujeres que padecen anorgasmia.

Más ejercicios

Las bolas chinas se utilizan también para realizar los conocidos ejercicios de Kegel y fortalecer los músculos vaginales.

Como pesan un poquito y su vagina nota un cuerpo extraño dentro, la tendencia de los músculos es contraerse para que no se caigan, de esta manera estarás fortaleciendo toda la zona y las contracciones intensificando el orgasmo.

Para el hombre el placer aumenta desde el punto de vista de la presión, ya que los músculos vaginales se contraerán con más fuerza sobre su pene en el momento del coito.





martes, 1 de octubre de 2013

Punto G




El punto G fue descubierto por Gräfenberg  quien fue un investigador de la década del 40 abocado al estudio de la estimulación uretral. Este científico localizó una zona rugosa que se encuentra más o menos a 2 ó 3 centímetros de la entrada de la vagina, entre la uretra y el pubis, que bien estimulada produce una intensa excitación sexual, llevando a la mujer a conseguir orgasmos muy intensos y hasta una eyaculación.

Sin embargo ni los ginecólogos ni los sexólogos aún no se han puesto de acuerdo ni en cuando a su definición, ni en cuanto a su función ni siquiera en cuanto a su verdadera existencia.

Hay quienes sostienen fervientemente que no sólo existe, sino que todas las mujeres lo tienen y que es cuestión de buscarlo. Mientras que hay otros que afirman que la cuestión del punto G es un invento, que no se ha comprobado científicamente ni su existencia ni mucho menos su función erógena.

Un estudio británico realizado en 2009 concluyó que su existencia no está comprobada y es subjetiva, basándose en cuestionarios y experiencias personales. Otros estudios, usando ultrasonido, encontraron evidencia fisiológica del punto G en las mujeres que declaran haber tenido orgasmos durante el coito. Existe también la hipótesis de que el punto G es en sí una extensión del clítoris quien verdaderamente causa los orgasmos vaginales mediante un reflejo más bien indirecto de este órgano.  Cabe destacar que aún hoy persiste la duda de si existen 2 tipos de orgasmos en la mujer. Sin embargo está comprobado que si bien los orgasmos no son todos iguales ni de idéntica intensidad; todos son logrados mediante la estimulación directa e indirecta del clítoris, principal órgano responsable de la excitación femenina.