domingo, 8 de diciembre de 2013

El Náufrago

El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla deshabitada. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado, comenzó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor había pasado, había perdido todas sus cosas. El pobre náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía una y otra vez: "¿Como pudiste hacerme esto, cómo pudiste?" Y en medio de lágrimas y desesperación, se quedó dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo. El hombre no podía creerlo y con la angustia que aún brotaba de su pecho les preguntó, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí? Y ante su asombro, sus rescatadores le contestaron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste....." Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón. Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... Puede ser simplemente una señal de humo.