martes, 1 de octubre de 2013

Punto G




El punto G fue descubierto por Gräfenberg  quien fue un investigador de la década del 40 abocado al estudio de la estimulación uretral. Este científico localizó una zona rugosa que se encuentra más o menos a 2 ó 3 centímetros de la entrada de la vagina, entre la uretra y el pubis, que bien estimulada produce una intensa excitación sexual, llevando a la mujer a conseguir orgasmos muy intensos y hasta una eyaculación.

Sin embargo ni los ginecólogos ni los sexólogos aún no se han puesto de acuerdo ni en cuando a su definición, ni en cuanto a su función ni siquiera en cuanto a su verdadera existencia.

Hay quienes sostienen fervientemente que no sólo existe, sino que todas las mujeres lo tienen y que es cuestión de buscarlo. Mientras que hay otros que afirman que la cuestión del punto G es un invento, que no se ha comprobado científicamente ni su existencia ni mucho menos su función erógena.

Un estudio británico realizado en 2009 concluyó que su existencia no está comprobada y es subjetiva, basándose en cuestionarios y experiencias personales. Otros estudios, usando ultrasonido, encontraron evidencia fisiológica del punto G en las mujeres que declaran haber tenido orgasmos durante el coito. Existe también la hipótesis de que el punto G es en sí una extensión del clítoris quien verdaderamente causa los orgasmos vaginales mediante un reflejo más bien indirecto de este órgano.  Cabe destacar que aún hoy persiste la duda de si existen 2 tipos de orgasmos en la mujer. Sin embargo está comprobado que si bien los orgasmos no son todos iguales ni de idéntica intensidad; todos son logrados mediante la estimulación directa e indirecta del clítoris, principal órgano responsable de la excitación femenina.